¿Riesgos cardíacos de la terapia hormonal para los hombres que envejecen?
Los pacientes que sucumben a las tentaciones de la terapia antienvejecimiento con testosterona deben tener en cuenta que las hormonas podrían provocar trastornos del sueño y … de la salud.
Un estudio publicado en el Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism (2003 88: 3605-3613) muestra que la terapia hormonal provoca el síndrome de apnea del sueño, o ronquido, y es, por tanto, un posible factor de riesgo cardíaco. En EE.UU., la publicidad de la indicación médicamente controvertida «menopausia masculina», según la cual -formulada exageradamente- los hombres de unos 50 años se hunden en la depresión y la inactividad si no toman hormonas, ha triplicado la prescripción de preparados de testosterona. También en Europa, los fabricantes intentan establecer la condición.
El único riesgo posible que se considera actualmente es el agrandamiento de la próstata. Es posible que se hayan pasado por alto otros riesgos por no haberlos buscado, sugiere un grupo de investigadores del Instituto de Investigación ANZAC y del Instituto de Investigación Woolcock de Sidney. Su estudio es el primer ensayo aleatorio doble ciego que examina los efectos de las hormonas sobre el sueño y la respiración, escribe el grupo de David Handelsman.
Trataron a diecisiete hombres sanos de 60 años durante tres semanas con tres inyecciones semanales de testosterona (500 mg, 250 mg y 250 mg) o un placebo. Tras una pausa de ocho semanas en la terapia, los pacientes cambiaron de tratamiento (cross-over). El examen en el laboratorio del sueño (polisomnografía) mostró que el tratamiento con testosterona acortó el tiempo total de sueño en una hora y prolongó la duración de la hipoxemia en cinco minutos por noche. La hipoxemia se produce debido al síndrome de apnea del sueño, que, según los resultados del estudio, se ve favorecido por el tratamiento con testosterona. El número de episodios que dan lugar a breves pausas en la respiración tras el ronquido inicial aumentó en un 50%.
Esto perturbó significativamente la calidad del sueño. El síndrome de apnea del sueño es también un factor de riesgo reconocido para las enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, el estudio no pudo demostrar consecuencias de mayor alcance del trastorno del sueño. Además, la dosis de testosterona era significativamente (dos o tres veces) superior a las cantidades recomendadas. Según los autores, no se puede descartar que el tratamiento con dosis normales pueda agravar el síndrome de apnea del sueño latente.